El 'credo y salve' Historia de las oraciones más oradas en el mundo
El cristianismo es la religión más seguida en todo el mundo, pues se estima que alrededor del 74% de las personas siguen a Cristo. En este sentido, existen muchas oraciones importantes para sus seguidores, como lo son el Salve y Credo. Por ello, si te interesa saber la historia de estos rezos, continua en la lectura y entérate.
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Oraciones más oradas en el mundo
Actualmente, existen muchas oraciones cristianas de gran relevancia para nosotros los seguidores, entre las que destacan la Señal de la Cruz, el Gloria, El Ave Maria, El Credo, La Salve, entre otras. La gran mayoría de estas oraciones han sido creadas por obispos, frailes e incluso se piensa que algunas nacieron desde la inspiración de los mismos apóstoles de Jesús.
Ten en cuenta que la oración es el principal medio que tenemos para comunicarnos con Dios, pues el mismo Jesús de Nazaret nos enseñó con el ejemplo al recitar por primera vez el Padre Nuestro. Así que los rezos como el Ángel Custodio, la Sagrada Familia son esenciales para la Fe cristiana.
¿Cuál es el origen del Credo?
Se cree que el Credo es una de las oraciones más antiguas que existe, superada únicamente por el Padre Nuestro; ya que según los historiadores, esta plegaria fue pronunciada por primera vez de la mano de los discípulos de Jesús. Por ello es conocida como el Credo de los Apóstoles, es decir, que la oración tiene una data de antigüedad que se remonta al siglo V.
En este sentido, fue usada por los apóstoles cuando bautizaban a los nuevos cristianos, todo esto posterior a la muerte, crucifixión y resurrección del Mesías; pues en esta se realiza una clara invocación a la Santísima Trinidad. Por ello es considerada una de las oraciones más poderosas y utilizadas a nivel mundial.
La verdad, el Credo, es una de las oraciones más bonitas que cualquier cristiano puede pronunciar, pues describen la fe que sentían los apóstoles por Jesucristo; además señala la relación del Dios Creador con su pueblo y la posterior aparición de Jesús como nuestro salvador. Para entender mejor el significado de la oración, debes saber que la misma está dividida en 3 partes, las cuales son:
- En la primera parte, donde se reconoce a Dios como ser supremo y se alaba su creación.
- En la segunda parte, considerada la más extensa, se habla de Jesús y se acepta como el salvador.
- Y en la parte final se alaba al Espíritu Santo.
Es importante que sepas que en la actualidad se conocen 2 versiones de esta oración, la primera que como ya mencionamos fue creada por los apóstoles; y la variante del Credo de Nicea-Constantinopla, que es más extensa que la plegaria de los discípulos.
¿Quién originó la oración Salve?
Aunque la gran mayoría de las oraciones están destinadas a alabar y engrandecer a Dios y a Jesucristo, también existen rezos de súplicas dedicados a la madre del salvador, la Virgen Maria. Sí, así es, y un ejemplo claro es la oración la Salve, en la cual nos dirigimos a la Virgen, saludamos, rogamos, orando e implora a la Madre de Jesús que interceda por nosotros, sus hijos, los pecadores.
La Salve se originó entre versos y rimas, y se piensa que fue producto del monje Hermann, que a pesar de tener problemas serios de salud, como parálisis cerebral, espina bífida y posteriormente quedarse ciego; sería capaz de componer tan hermosa melodía, que formaría parte importante de las ceremonias religiosas del cristianismo alrededor del mundo.
Hoy en día es una de las plegarias más oradas a nivel mundial, y es que es tan simple y hermosa que muchos eruditos y estudiosos cristianos han elaborado comentarios que complementan aún más la oración. Es que incluso de acuerdo a la ocasión, existen versiones adaptadas de la Salve Reina alrededor del mundo, escritas y adaptadas en versiones musicales.
Finalmente, tanto el Credo como la Salve son oraciones que acompañan a los humanos desde épocas antiguas; pues las mismas han servido para comunicarnos no solo con Dios, nuestro Padre y Creador, sino también para pedirle a la Madre de Jesús que interceda por nosotros, ante su hijo nuestro Señor.