“Es mejor dar que recibir”. ¿Cuál es su significado bíblico?
Amigo lector, desde el mundo antiguo; Dios está tratando este tema, con su pueblo; ya que cumplir con esto, que demanda el señor seremos bendecido. Mucho consideran, que siempre deben tener asegurado algo para poder soltar algo; que tenga mucho valor, sin reconocer el verdadero beneficio que trae; el compartir con otro, lo que saben que necesita. Te motivo a conocer el significado bíblico de “es mejor dar que recibir” y atesorarlo en el corazón; para que las bendiciones nos sigan
“Es mejor dar que recibir”
Deuteronomio 15:11, dice claramente que: “Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra”. Siempre habrá a tu alrededor, alguien con necesidad; y muchas veces estamos puestos allí, con el propósito de ayudar a ese necesitado.
Si no ayudamos, es por la ignorancia a este dicho; pues es mejor dar que recibir. Cuando demos sin intereses, todo el mundo te recibe; se ensancha el camino, y hasta lo más importante te toman en cuenta (Proverbios 18:16 BLA); somos próspero que todo lo hagamos sin falta.
En Isaías 58:1-12, habla del verdadero ayuno; que es dar y compartir, sin pedir nada a cambio; en el verso 11 dice que beneficios trae este verdadero ayuno: “Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan”. Además, de que será salvo y nacerá una luz que brillará en la oscuridad; y la gloria de Dios estará a la retaguardia.
Muchos, quieren ser mayor o el primero; pero Jesucristo en mateo 20:26 dice, que para ser el mayor de todos debemos servir; con alegría, sin amor a lo material (1 Timoteo 6:17-18); y no mirar atrás lo que entregamos, como le pasó a la mujer de Lot; que se volvió estatua de sal, por no dejar atrás lo vano; lo material (Génesis 12:26).
No se debe pensar tanto, antes de dar; porque todo lo que tenemos, nos lo es dado por Dios; en su infinita misericordia. Lo reconoce el mismo rey Salomón, que lo tenía todo desde niño; en 1 Crónicas 29:14: “Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos”.
Dios ama al que da
Dios ama al dador alegre (2 corintios 9:7), al que se propone en su corazón dar; no por necesidad, ni tristeza; ósea el de buena voluntad. Jehová, les da a ellos la bendición; conforme a todas sus obras, lo que siembra eso segara.
Debemos, aprendernos de memoria algo importante; que está escrito en Proverbios 19:12, y es que el que presta al pobre; le está prestando al mismo Dios del cielo, al creador; al dueño del oro y la plata, por lo tanto es él quien paga.
Que no nos pase, como al joven rico; testimonio escrito en Lucas 18:18-30, este joven guardaba todos los mandamientos de Dios; y cuando Jesús le dijo, que dejara todo y lo siguiera; se entristeció porque era muy rico. No debemos tener amor al dinero porque en Lucas 12:21 Jesús hablando de una parábola del rico insensato declaro: “Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios”.
El mayor ejemplo de dar, es el de nuestro Señor Jesucristo; que siendo él, dueño de todo; “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” (Juan 1:3); se humilló así mismo para traer la salvación al mundo, solo por amor.
Bienaventurado es dar que recibir
“Es mejor dar que recibir”. Nunca esperemos que el hombre, nos pague todo lo que hagamos hechos para bien; aun nosotros los que conocemos, el sacrificio de Dios; muchas veces le fallamos, que queda para nosotros; ante un mundo lleno de avaricia.
Enfoquémonos, en dar amor y paz; acoger a los abandonados, y prestar al que lo necesite; “En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir” . Reflejado en el libro de Hechos 20:35.