¿Cuál es el mensaje de la parábola del Fariseo y el Publicano?
Quienes hemos escuchado de la palabra de Dios, en algún momentos hemos escuchado que él hablaba de las parábolas, las cuales eran historias que se basaban en la vida real. En este caso está la parábola del Fariseo y el Publicano la cual se encuentra en el evangelio de Lucas, no recuerdo su versículo este momento.
El Fariseo y el Publicano eran dos seres totalmente distintos, pero al mismo tiempo igual a la vez, iguales porque diariamente se encontraban en la iglesia orando. Pero no tomaban en cuenta darle las gracias a Dios sinceramente y a no dudar de su existencia.
De la justicia divina no nos podemos burlas, pues, Dios es bueno y bondadoso pero aborrece el orgullo, la mentira y la hipocresía.
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¿Quién era el Fariseo?
El Fariseo siempre estaba de pie, pertenecía a una sexta la cual era muy estricta en su religión era aquel que iba diariamente a la iglesia y se hacía pasar como cristiano. Oraba por sus pecados, era una persona muy justa pero al mismo tiempo juzgaba a otros en la oración.
Siempre decía señor gracias porque no soy como esos otros hombres que andan haciendo el mal, robando, adulterando y tomando los diezmos de la iglesia.
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¿Quién era el Publicano?
El Publicano pertenecía aquellas personas inmorales que siempre andaba pendiente era de cobrarles los impuestos que le pagaba el gobierno a la gente, estos no eran vistos de forma agradables en el pueblo.
Aquel que siempre en la iglesia no miraba al techo y se daba golpes de pecho. En sus oraciones siempre decía señor:
- “Reconozco que he fallado ten misericordia de mí, aquí estoy humillado ante ti, acepto mis errores perdóname”, de esta manera no puedo seguir adelante pido tu perdón. Ten piedad.
La reflexión de la parábola del Fariseo y el Publicano
A veces vamos por la vida juzgando a otros sin saber cuál es la situación que atraviesa en la vida, no se puede juzgar solo porque miraste algo que creíste que fue injusto.
Acá claramente vemos la vida de dos hombres totalmente diferentes, uno se puede ver que era más temeroso de Dios que el otro. A pesar de los errores de ambos uno era el que se arrepentía mientras que otro solo juzgaba y trataba de quedar como bueno, pero para los ojos de Dios no lo era.
Todos sabemos que el bien y la misericordia de Dios siempre nos acompañan, siempre y cuando prevalezca la fe y el amor en nuestro corazón. Algunas personas creen estar en caminos de rectitud aun sabiendo que están haciendo el mal y delante de los ojos de Dios.
La actitud del Fariseo no fue aceptada pues él pensó que con diezmar, ayunar y ser religioso ya tenía el cielo ganado y no fue así. Mientras que el Publicano a pesar de mal gesto con las persona él se humillo ante el señor. Estaba necesitado de él le pedía misericordia que le fue dada por parte de Dios, la biblia habla de la fe y será la fe la que te hará salvo.
La parábola del Fariseo y el Publicano: La soberbia lejos de nuestra vida
Hay algo bien dicho y es que la fe si obras es muerta, el Fariseo solo daba diezmos y ayunaba, mas no tenía fe. Y el publicano se arrepintió, se humillo, pidió perdón y misericordia y Dios lo justifico.
Dándonos a entender por la parábola del Fariseo y el Publicano que el orgullo y la soberbia no le agradan a Dios en las aborrece mientras más humilde seas delante del señor él se enaltece. Dios no se crece por cosas materiales, el engrandece por la fe, la misericordia de cada persona.
Por lo tanto debemos estar sujetos a la palabra y las enseñanzas de él para seguir adelante con paz y tranquilidad.El mal se esconde en cualquier parte del mundo solo que no debemos seguirlo. Debemos ir por la haciendo el bien sin mirar a quien. Dios les bendiga grandemente.