¿Cómo orar a Dios por Sanación física, mental y espiritual? ¡Resguárdanos Señor!

Todos queremos sentirnos sanos y fuertes, estar tranquilos y conformes con nuestro cuerpo y nuestras actividades. Ya que algunos se preocupan y se esmeran por mantener una buena alimentación, hacer deportes constantemente, asistir regularmente al médico y mantenerse alejados de vicios. Y pedir y agradecer por estar sanos es una forma de complementar estas actividades. Pero sabes ¿Cómo orar a Dios por Sanación física, mental y espiritual? ¡Resguárdanos Señor!
Encomendarnos a Dios para mantener nuestros cuerpos y nuestras mentes libres de enfermedades. Nos permite estar en contacto con Dios y afianzar nuestra relación con Él. Porque la salud del cuerpo no solo implica estar físicamente sanos, sino que la salud también la llevamos en nuestra mente y nuestro espíritu.
Algunos ejemplos de cómo orar para obtener sanación
¿Cómo orar a Dios por Sanación física, mental y espiritual? ¡Resguárdanos Señor! Te daremos algunas opciones para orar por nuestro bienestar integral como seres humanos libres y buenos cristianos bajo la voluntad de Dios.
"Glorioso Dios
Oh mi adorado Dios,
magnífico tu nombre al que invocamos
y atiende a nuestro llamado.
Porque grandioso es tu poder milagroso
que nos hace criaturas de Dios y nos permite
caminar por senderos de libertad y de amor.
Por eso hoy aclamo a tu maravilloso
poder de sanación y protección
para que nos permitas gozar de tus bendiciones y bondades,
esas que tienes guardadas para cada uno de nosotros.
Asimismo bendice mi vida
y brinda sanidad a mi cuerpo, a mi mente y a mi espíritu.
Hazme un ser libre de enfermedades
que perturben mi bienestar,
y aleja toda dolencia, todo mal, todo ataque maligno
que intente desequilibrar mi vida.
Además permite que mi espíritu
este puro y limpio de sentimientos malsanos
y de tormentosas influencias que me alejen de ti.
Por favor resguárdame Señor,
para que mi ser físico, mental y espiritual
se mantenga alejado de las perversiones del maligno.
Igualmente dame salud en toda mi esencia de vida
para que cada sentimiento que salga de mí, cada pensamiento
que mi mente atraiga y cada emoción que mi espíritu rebose
estén dirigidos hacia tu gracia divina…”

Otra oración para pedir sanidad a Dios es la siguiente:
“Amo y Señor de mi vida
Oh misericordioso Dios del mundo,
Padre de todos los hombres y mujeres que habitamos la tierra,
poderoso ser de luz que alumbra y difumina toda oscuridad.
Hoy aclamo a tu santo nombre
para que dotes mi vida de completa salud.
Padre y Señor nuestro,
me inclino ante tu santa majestuosidad,
para que permitas que mi vida se desarrolle bajo toda salud,
todo bienestar, toda tranquilidad y todo amor.
También para que mi cuerpo,
mi mente y mi espíritu estén sanos y salvos
de los ataques del maligno.
Igualmente cancela todo dolor, toda molestia,
toda peste, toda enfermedad, toda maldad
que pueda perturbar mi vida y salubridad.
Asimismo destruye las barreras que me impiden
conseguir la estabilidad física y emocional
que mi cuerpo necesita.
Y hazme una criatura similar a tu gracia divida,
libre de toda enfermedad y peligro
que atente contra mi vida y la de los que me rodean.
Por favor llena de vitalidad y fortaleza
mis brazos para abrazar, mis piernas para caminar,
mi mente para pensar y mi corazón para amar.
Mientras tanto resguárdame Señor,
en tus manos encomiendo mi salud,
pido en esta oración sanidad física, mental y espiritual
bañada de tus bondades y de los regalos
que guardas para mí…”
Amén
Oración para cuerpos, mentes y espíritus sanos
Un hombre libre de enfermedades es un hombre con salud integral. Es una criatura de Dios que su cuerpo está sano para trabajar y responder a sus responsabilidades. Es una persona que su mente está limpia y pura de pensamientos malos y perversos. Y es un ser que posee un espíritu con profunda conexión con Dios y obediente a Él.
Pide a la luz poderosa de Dios, que ilumine tu vida para alejarte de los pecados. Que te bañe de bendiciones y te colme de sanidad en todos los aspectos de tu vida. Implora un corazón puro y sincero para dar amor y sacrificio sin esperar más que agradar a Dios en toda su magnífica esencia.
La oración verdadera, con devoción y fe, tiene un maravilloso poder cuando sale de tu corazón. Cuando eres hijo de Dios y honras su presencia, cuando aprendes y practicas sus enseñanzas y sobre todo cuando amas al prójimo como a ti mismo.