Cómo orar a Dios cuando estas triste y aliviar tu alma ¡Saca la tristeza de mi!
Cuando estas triste puedes perder el control. Orar puede aliviar tu alma de la opresión que puedes sentir. Aquí te enseñamos cómo orar a Dios cuando estás triste y aliviar tu alma.
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La tristeza es un sentimiento asociado a la pérdida de alguien o algo. Cuando se experimenta este sentimiento, se vuelca la atención hacia sí mismo y puede sentirse una profunda soledad e inclusive afectarse la salud general.
Entre los efectos a la salud, puede provocar falta de apetito y la consiguiente pérdida de peso, alteración del ritmo cardíaco y la presión arterial, entre otros. Es importante vivir la emoción en su justa medida y conscientemente.
Del mismo modo, hay que considerar el bienestar espiritual durante este proceso. Entablar comunicación con Dios reconforta el alma, alivia el corazón e ilumina la mente para salir airosos de cualquier trance. No obstante, nunca pierdas la fe.
Cómo orar a Dios cuando estás triste y aliviar tu alma
Te presentamos en esta oportunidad una oración destinada a solicitar ayuda para sacarte la tristeza que paraliza.
Dios es tu auxilio en todo momento. Pídele con la certeza que responderá a tú súplica y te dará la paz que necesitas.
Bendito Dios, me postro ante tu divina presencia
en esta hora de tristeza que me embarga, Señor
para pedir tu intervención y sostén.
En el nombre de tu hijo, nuestro redentor Jesucristo,
quien padeció todos los sentimientos humanos
y fue al sacrificio para el perdón de mis pecados.
Te pido que hagas pasar de mi esta aflicción
que nubla mis sentidos y alteran mi salud,
pero que se haga de acuerdo a tu voluntad.
Ayúdame a entenderla y manejarla.
Envía a tu Santo Espíritu para que me consuele,
me dé fortaleza, sabiduría y guíe mi proceder.
Por supuesto, confiado en ti espero
tu bienaventuranza
de que los que lloran recibirán consuelo.
Te suplico, mi Señor Dios, Padre creador.
En ti deposito mis cargas para que
me ayudes asimismo a llevarlas,
aleja los pensamientos que me asaltan
y asimismo limpia mis lágrimas.
Asimismo, no permitas que flaquee,
borra de mi mente las dudas.
Haz que vuelva mi alegría y las ganas de vivir,
con ellas te serviré y seré testimonio de tu bondad
del amor que tu nos obsequias sin
reparo o mezquindad.
Impúlsame a salir al mundo con la cabeza en alto
porque te apiadaste de mi y me has levantado
del foso de la profunda tristeza para tu gloria, Dios.
Dame la valentía para salir de esta crisis,
que tenga la chispa para esforzarte
quitando las ataduras que me amarran a la pena.
Como la luz del alba, así mostrará mi rostro tu paz.
El nuevo amanecer esplendoroso será
cuando mi alma y mi mente recobren su sanidad.
Perdona mi debilidad y aumenta mi confianza en ti,
no permitas que desfallezca, mi Dios Todopoderoso
porque no quiero perderme en el camino a ti.
Expulsa de mi mente esas voces de tormento,
aleja cualquier influencia del
enemigo que atenta contra mi
ilumina mis pensamientos con tu luz
redentora, mi Señor.
Dame la convicción que, así como todo pasa,
este abatimiento que agobia también lo hará
sintiendo el alivio y el frescor
de tu aliento animándome.
Camina a mi lado, Padre.
Dame tu mano fuerte y también bendita.
No me sueltes, no me dejes,
sigue guiando mi vida.
En esta obscuridad que no me deja ver,
enciende tu luz que disipa las tinieblas,
por ello no la apagues nunca, Padre,
para andar con seguridad.
Graba tus palabras en mi corazón y mente
para que las recuerde siempre que soy tuyo;
me creaste, me salvaste, guárdame para ti.
Finalmente, ante ti deposito mis
cargas y suelto lo que me hiere,
bendíceme Padre, y bendice a mi familia,
en el nombre dulce de Jesús, nuestro Salvador.
Amén.
Recomendaciones para manejar la tristeza
La tristeza es un estado emocional normal cuando sufrimos una pérdida de cualquier tipo Debe aceptarse y vivirse, pero si te estancas allí no es sano e indica que debes realizar actividades que te ayuden a superarla.
Busca la compañía de personas con las que te sientas bien; sal a caminar, practica algún deporte, realiza actividades de tu gusto para que desvíes la atención de tu mente de la pena que estás experimentando.
Finalmente, pon todo tu esfuerzo en recuperar la normalidad progresivamente. No obstante, cuando cumplas este objetivo, tendrás una percepción más clara de la realidad renovando el ánimo.