¿Quién escribió la epístola a los hebreos? ¿De qué trata?
La epístola a los hebreos es uno de los 25 libros que componen los estudios del Nuevo Testamento, dada la estructura de su texto y la enseñanzas y reflexiones pautadas es uno de los libros que más se citan tanto en las misas como en los cultos cristianos, pero ¿Quién escribió la epístola a los hebreos? ¿De qué trata? ¿Por qué es tan conocido esto libro del Nuevo Testamento?
La carta fue escrita o dedicada a todos los cristianos hebreos con la finalidad de mostrarles el peligro latente que estaban corriendo al volver al judaísmo y todos los ritos ceremoniales que habían quedado en la vieja doctrina. El principio doctrinal de dicha epístola era reflejar la gloria trascendental de la era cristiana en comparación con la del Antiguo Testamento.
¿Quién escribió la epístola a los hebreos? ¿De qué trata?
La epístola de los hebreos es una serie de escritos canónicos cuya fecha y lugar de escritura se centra en Roma alrededor del año 60 d. D. Tradicionalmente ha formado parte de los escritos paulinos, sin embargo, hoy su autoría se pone en duda.
¿Quién escribió la epístola a los hebreos? Para empezar, dicha cartas carecen de autor, es decir, nunca se hace mención al nombre del autor; muchos críticos hacen énfasis en que tanto el lenguaje como el estilo del texto no concuerdan a otros libros que fueron escritor inequívocamente por el Apóstol Pablo. El estilo es completamente diferente a los libros de Hechos de los Apóstoles o la Epístola a los Romanos.
Otros expertos manifiestan que el autor, quiso borrar su nombre del escritor, para simular que el mensaje fue escrito por el mismo Dios, es decir, Dios como emisor del mensaje. Es por ello que se dice que ese autor secundario manifiesta que las escrituras están inspiradas de forma divina; no se ha oído voz de hombre, sino la voz de Dios.
¿Qué temas aborda en la epístola a los hebreos?
La epístola a los hebreos es una obra de exhortación, su intención directa es manifestarles a los cristianos que me mantengan firmes en la fe. El libro también señala una doxología o himno corto que concede y ofrece honra o gloria a Dios, y que se puede observar en Heb. 13 (21): “Os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo: al cual sea gloria por los siglos de los siglos. Amén”
La trama central en Hebreos se ocupa de estudiar y mostrar a la persona y la acción de Jesucristo, su sacerdocio y su sacrificio. Intenta elaborar una aproximación al significado de ese sacrificio en relación con la cruz de Cristo y los ritos de sacrificios que se pueden observar en Antiguo Testamento.
El texto inicia con una alusión donde manifiesta que Jesús es el Hijo de Dios y por tanto es superior a los ángeles, incluso cuando los ángeles tienen una jerarquía, ninguno está a la diestra del Padre. Seguidamente se habla de Jesús como Sumo Sacerdote, por eso el sacerdocio de Jesús es superior a todos, inclusive al de Aarón y demás sacerdotes.
La fe y la fortaleza, es por ello que Jesús tuvo que asemejarse en todo a sus hermanos, se reitera el hecho de que lo ha compartido todo con la humanidad, excepto el pecado. Por último hacen referencia a la vida cristiana; este sacrificio lleva al cumplimiento de la santidad y de la perfección sacerdotal por parte de Jesús.
Esa perfección inició con el hecho de obedecer a Dios para conducir al hombre a la salvación y purificar las conciencias de los pecados que conducen a la muerte, situación que le representaba incluso el paso por el sufrimiento en la cruz, en el momento de ofrecer su sacrificio al Padre.
El esquema de dicho libro es el siguiente: Prólogo: Dios ha hablado por su hijo 1 (1-4)
- Superioridad del Hijo (1-5,4-13).
- El Hijo, superior a los ángeles (1-5, 2-18).
- El Hijo, superior a los sacerdotes (3-1, 4-13.
- Jesús: El gran sumo sacerdote (4-14, 10-18).
- El Hijo, superior al sacerdocio de Aarón (4-14, 7-28).
- Jesús, mediador de un nuevo pacto (8-1, 10-18).
- Fe y fortaleza en el sufrimiento (10-19, 12-29).
- Exhortación a la fidelidad (10-19, 11-40).
- Puestos a los ojos de Jesús (12-1, 29).
- La vida cristiana 13 (1-19).
- Epílogo 13 (20-25).