¿Quién escribió la epístola a Tito? ¿De qué trata?
La epístola a Tito es uno de los pasajes bíblicos que se encuentran en el Nuevo Testamento, es conocida por ser una de las tres epístolas pastorales junto a la primera y segunda epístola de Timoteo, pero ¿Quién escribió la epístola a Tito? ¿De qué trata? ¿Por qué es tan citada?
En la epístola se narra que existían un grupo de cristianos en la isla griega de Creta, cuya estructura general de su iglesia estaba incompleta y se estaban presentando ciertos problemas debido al surgimiento de falsos maestros.
Los falsos maestros unían la mitología babilónica con las enseñanzas bíblicas, tergiversando completamente las enseñanzas cristianas. Tito era quien debía arreglar este asunto, convirtiendo de nuevo a los creyentes a la fe verdadera, es por eso que el apóstol Pablo le envió una serie de consejos y consideraciones para la realización de esta ardua tarea.
¿Quién escribió la epístola a Tito?
El manuscrito escrito en forma de epístola se conoce con la terminación “Pros Titón” cuya traducción es “A Tito”. Al igual que sucede con el resto de las epístolas pastorales, estudiosos de la Biblia afirman que la carta fue escrita por Pablo de Tarso, conocido también como Apóstol Pablo.
La carta fue enviada a Tito, cuando este se desempeñaba como ministro y atendía a los cristianos en la isla de Creta. De Tito en general, se conoce muy poco. La Santa Biblia lo menciona por vez primera en el libro de Gálatas (2:1-3) donde se narra que Tito acompañó a Pablo desde Antioquia hasta el Concilio de Jerusalén.
La historia de Tito es bastante interesante, puesto que era un converso incircunciso que provenía del paganismo, entrando en debate el tema de la circuncisión entre los gentiles. Tito se convirtió en un discípulo del Apóstol Pablo y lo representó en Corinto donde expuso las dificultades que vivían los creyentes, además de las nuevas doctrinas de la verdadera iglesia.
En palabras del propio Pablo, Tito era un colaborador leal y un soldado de la cruz digno de confianza, además de considerarlo un hermano, un compañero y un verdadero colaborador. En 2da de Corintios (2:13; 8:23) Tito es considerado como un verdadero hijo en la fe.
¿Qué temas aborda la epístola a Tito?
En Tito (1:5) se explica que Pablo deja a Tito en la Isla de Creta con el propósito de enseñar la verdadera doctrina de la Iglesia de Cristo. Todo indica que Pablo estaba con Zenas, Apolos, Artemas y Tíquicoy. Le pidió a estos que le entregara esta carta a Tito, quien después se reuniría con Pablo en la comunidad de Nicópolis.
Es muy posible que la epístola haya sido escrita durante el primer encarcelamiento de Pablo en Roma, aproximadamente en el año 65 d.C. La trama central enfatiza que los creyentes debían ser sobrios, castos, puros, santos y estar llenos de gracia de Dios en todo su proceder y en su manera de vivir. También hace especial hincapié que cualquier persona, independientemente de su posición social debía ser un cristiano ejemplar.
La carta se compone de la siguiente forma:
- Saludo (1-4)
- Instrucciones para Tito, 1:5 a 3:3. Dentro de estas instrucciones, Pablo hizo referencia:
- La ordenación de obispos, 1:5-12.
- Reproche de las actividades de los falsos maestros, l: 13-16.
- La sana doctrina produce un excelente carácter, 2:1-15. El correcto carácter de:
- Los ancianos, 2:2.
- Las ancianas, 2:3.
- Las jóvenes, 2:4-5.
- Los jóvenes, 2:6.
- Tito como ministro evangélico 2:7
- Responsabilidades cívicas del cristiano, 3:1-3.
- La salvación, producto del amor divino, 3:4-7.
- Manifestación de la superioridad del carácter cristiano, 3:8 -11.
- Comentarios personales y bendición final, 3:12-15.
Pablo conocía perfectamente que los cretenses venían del paganismo. Además de tener la contaminación por la confusión mental, a raíz de los dogmas de los maestros judaizantes, su mensaje fue directo. Le pedía a Tito que debía tener un comportamiento ideal para poder predicar. Porque él sería la persona a imitar en ese entorno.
Pablo le manifiesta a Tito para que le revele a los cretenses que la bondad de Dios hacia el hombre no se gana mediante buenas obras, sino que es la dádiva de la misericordia divina por medio de Jesucristo.