¿Quién escribió la biblia? Descubre toda la verdad
La biblia, es el libro más traducido en el mundo entero. Muchas personas se preguntan a diario, ¿quién escribió la biblia? ¿Y para qué? Sin embargo, muchos seguidores de Jesucristo, afirman que viene de parte del Dios Creador de cielo y la tierra; y que busca la salvación, de todas las almas; porque todas son de él.
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¿Quién escribió la Santa Biblia?
La biblia está llena de profunda sabiduría de Dios, por cuanto él es su autor; discernimiento de la naturaleza humana, y del carácter y propósito del que creó todas las cosas para su gloria. En ella, podemos aprender sobre el amor y la justicia de Dios.
¿Qué dice la Biblia sobre quién la escribió?
Veamos, que exactamente dice la biblia de sí misma; pues, muchos estudiosos aún no cristalizan un acuerdo, sobre quién realmente es el autor; pero, en 2 Pedro 1:21 afirma lo siguiente: Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana. Claramente, apreciamos que si no proviene de voluntad humana; entonces es divina.
Y en efecto, en 2 Timoteo 3:16 declara: Toda la escritura es inspirada por Dios. La inspiración de la Palabra de Verdad, proviene del Dios Altísimo, Jehová de los ejércitos. Algo que también nos despeja toda duda, es lo descrito en 1 Pedro 1:23 donde afirma: ...Por la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
Nosotros los seres humanos, no somos eternos en esta tierra. No obstante, la Palabra de Dios aclara permanecer para siempre. Además, especifica también su seguridad, en cuanto a la esencia divina; en 2 Pedro 2:19 diciendo: Tenemos también la Palabra Profética más segura.
¿Con qué propósito nos fue dada la biblia?
Claramente, al estudiar la Palabra de Dios, observamos que el Señor; vino a salvarnos del pecado que nos asedia, para no estar en condenación eterna; por lo que, Dios permitió que se escribiera su mensaje redentor, para tener el conocimiento del unigénito hijo del Padre, y alcanzar la vida eterna; reflejado en San Juan 20:31 diciendo: Pero, estas cosas se han escrito, para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que creyendo, tengan vida eterna en su nombre.
Y, aún añade en 2 Timoteo 3:17, afirmando: A fin de que el hombre de Dios sea perfecto enteramente; preparado para todo buen obra. Dios Padre, demanda de nosotros fidelidad, e integridad, para alcanzar una madurez espiritual que proviene de la intimidad con él.
¿Qué debemos hacer con la biblia?
En primera instancia, debemos estudiar a fondo la Palabra de Dios; pues, el Señor nos lo sugiere, en San Juan 5:39 diciendo: Escudriñar las Escrituras; porque en ella está la vida eterna. Según el Señor, debemos instruirnos en ella diligentemente.
Según Salmos 1: 3, declara: Dichoso el hombre que medita en la biblia día y noche. También, nos ayuda en nuestro crecimiento como cristiano; manifestado en 1 Pedro 2:2 diciendo: Deseen como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada; para que por ella crezcan para salvación.
Además, debemos creer la Palabra de Dios; como nos habla Santiago 1:22 afirmando: Pero, sean hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores, engañándose a ustedes mismos; aparte de creerla y ponerla por obra, se debe aplicar primeramente a nuestra vida, como esta en 2 Timoteo 2:15 diciendo: Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la Palabra de Verdad.
Y finalmente, debemos predicarla a nuestro prójimo; romanos 10:14 dice: ¿Cómo pues invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
¿Se puede confiar plenamente en la Palabra de Dios?
Romanos 3:4 declara lo siguiente: Antes bien, sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso.
La biblia, refleja el amor de Dios
¿Quién escribió la biblia? La biblia es la Palabra de Verdad, por parte de Dios Padre; él es su autor, e inspiró a muchos hombres a través de su Santo Espíritu a escribirla, para que hoy día, podamos tener acceso a tal escritura; que le costó mucho sacrificio a tantos santos que se hicieron mártires, para que llegara a nuestra generación. Por eso, debemos, creerla para ser salvo, practicarla para ser santo, y compartirla con nuestras familias, para alcanzar almas para el reino de los cielos.