¿Cual es el verdadero significado de la Cruz de Cristo? Descúbrelo
Jesús murió en la cruz hace más de 2000 años, pero qué significó su sacrificio y porque lo hizo, la pregunta que debes hacerte es cuál es el verdadero significado de la cruz de Cristo descúbrelo en este artículo. Dónde te explicaremos con detenimiento y especial cuidado qué significado espiritual tienen la muerte de Jesús. Es mucho más complejo que morir colgado de un madero. Pues el acto de obediencia que Jesús empleo al acatar la orden de Dios muriendo en la cruz nos concedió multitud de bendiciones y privilegios.
Gracias a este artículo ¿Cual es el verdadero significado de la Cruz de Cristo? Descúbrelo encontraras el significado de la crucifixión. Entre los cuales está el perdón de pecados, el poder disfrutar de la gracia de Dios e incluso la bendición de poder habitar juntamente con el espíritu Santo. Todas estas cosas ocurrieron a causa de que Jesús derramó su sangre sobre estas tablas y clavos siendo su muerte la excusa de redención para toda la humanidad.
Hablemos del verdadero significado de la cruz de Cristo
Es común escuchar que en los primeros siglos de la humanidad se acostumbraba a hacer sacrificios a los dioses falsos, para consagrarse a ellos u obtener algo por parte de una divinidad. El Dios padre todopoderoso no es la excepción, Pues en la santa Biblia podemos encontrar diversos ejemplos de sacrificios de animales a Dios. Pero porqué Dios pedía sacrificios de animales, no es que Dios necesita la sangre o la carne de los seres vivos.
Estos sacrificios realizan una acción en el mundo espiritual. La sangre que derraman estos sacrificios es como un manto espiritual que cubría los pecados de los hombres. De esta manera Dios no los fulminaba al momento de mirar en ellos el pecado que habían cometido. Es así como desde antaño se utilizaba la sangre de los sacrificios a Dios para cubrirte delante de él cada pecado que manchaba tus vestiduras espirituales.
No obstante viendo Dios qué es la cantidad de pecados cometidos por los hombres era infinita, decidió emplear una nueva solución. En lugar de tapar el pecado Dios decidió conceder el perdón de pecados, pero para poder hacer esto necesitaba un sacrificio qué pesará mucho más que todos los pecados de la humanidad en su balanza de justicia divina.
El sacrificio
El único sacrificio capaz de cumplir con todos los infinitos requisitos de justicia era el de su propio hijo Jesús. Es así como Dios le pide a su unigénito hijo que mueran la cruz para que sean perdonados mediante el derramamiento de su sangre todos los pecados de la humanidad. Jesús decidió vivir su vida en completa santidad y pureza desde que nació hasta que murió.
Al momento de morir en una cruz recayeron sobre él todos los pecados de la humanidad, el derramó su sangre y entregó su vida a Dios para que el padre todopoderoso perdonar a todos y cada uno de los pecados que pudiéramos cometer. Dios después de ver el sacrificio que Jesús hizo entregando su vida por la humanidad decidió perdonar todos nuestros pecados.
Concedernos su eterna gracia la cual nos redime de los pecados que cometemos. Y al ascender Jesús para sentarse en un trono junto al Dios padre de nuevo, nos entregó el santo espíritu de Dios el cual nos guía por el camino de la rectitud y el amor. Este es el verdadero significado del sacrificio que Jesús hizo en la cruz por la humanidad. Uso el derramamiento de su sangre y su vida como pago para que todos nuestros pecados fueron perdonados.
Vive en la gracia de Dios que Jesús te entrego mediante su muerte
La gracia de Dios te concede la redención de los pecados, pero eso no quiere decir qué puedes usarla como licencia para pecar. Debes entender que desobedecer a Dios no es saludable para tu vida pues siempre te traerá cosas negativas y muchos problemas a tu vida.
Obedecer a Dios hacer su voluntad y evitar pecar por amor a Dios, te llevará por el camino de la justicia la rectitud y la bendición a través de la verdad la cual es Jesucristo. Pues él mediante el ejemplo de su vida nos enseñó cómo debemos vivir nuestras vidas para agradar a Dios y hacer su voluntad.