Historia del patrono de San Diego Alcalá – Biografía completa
La historia de del patrono de San Diego Alcalá, es una de las historias más bonitas de contar, ya que siendo el de Sevilla España, y nacido alrededor de una familia llena de pobrezas y humildades, pudo llevar con él en un futuro su vida de famoso o al menos de ser una persona realmente conocido por las personas de bajos recursos que estaban en su localidad.
La historia de este patrono San Diego de Alcalá, nos narra cómo es verdaderamente un santo en todos los aspectos. Ya que sin tener mucho que dar a las demás personas este le daba todo lo que podía a los más necesitados. Además de realizar muchos milagros a lo largo de toda su vida que logró que se regara la fama de su nombre por todos lados. Ayudando a enfermos incurables y evangelizando la palabra de Dios donde más se necesitaba.
San Diego de Alcalá un santo como ningún otro
La historia de San Diego de Alcalá comienza cuando era muy pequeño, en donde él acompañó a uno de sus familiares a sus lugares donde este era ermitaño, él le explicaba que gracias a que era un ermitaño pudo conocer más de cerca lo que significaba Dios para él, y le dio un pequeño empujón a su vida de santidad. A través de esta experiencia Diego de Alcalá se dio cuenta de que a través de la meditación y las oraciones podías conocer mucho más a Dios.
Además de que en algún punto de su vida empezó a leer sobre la vida de San Francisco de Asís, interesándose aún más en la forma de como una persona podría ayudar a las personas por muy poco que tuviese o al contrario como es el ejemplo de Francisco de Asís por mucho dinero que tuvieses.
Trabajos forzados
A partir de este momento Diego empezó a realizar trabajos forzados. Con lo poco que podía llegar a obtener este Santo se lo daba a las personas que estaban pasando más necesidades que él, recordemos que este era una persona de bajos recursos. Además inspirado por la sombra de Francisco de Asís era imposible para el no ayudar a las personas que lo necesitasen, de todas maneras él más que nadie sabe lo que era pasar a través de las necesidades, y que una mano amiga te ayudase en momentos de mayor necesidad.
Su amor por Dios fue creciendo aún más cada día hasta que por fin decidió seguir todos los pasos de Francisco de Asís convirtiéndose así en un monje Franciscano, en donde esperaba poder ayudar de la mejor forma posible a todas las personas que necesitasen de su ayuda.
A lo largo de su vida realizo varios milagros, uno de los más resultantes por donde se le conocen, consiste en que él acostumbraba a robarse la comida de la cocina de su convento, acto seguido salía a las calles a proveerles de la comida que había sustraído de los anaqueles a estas personas de bajos recursos que necesitaban de su ayuda.
Como este era una actividad muy repetida por él, uno de sus hermanos decidió en algún momento confrontarlo y decirle que detuviese esta actividad. Porque se estaban quedando sin comida. San Diego con las mangas repletas de pan y sin poder hacer nada, le mintió diciéndole que no había tomado nada de comida del convento, y que lo que tenía en sus mangas eran rosas para alegrar la vida de los pobres. A lo que es la sorpresa de su hermano que ciertamente este poseía rosas en sus mangas y sin palabras lo había dejado.
La santidad de San Diego de Alcalá
El milagro de las rosas de San Diego fue uno de los muchos milagros que dejó sorprendidos a varias personas, pues sin ningún aviso y con la pura intención de ayudar a todas las personas que necesitaban de sus milagros, este fue y les dio todas las cosas que necesitaban, curando así enfermedades sin cura, y dándole de comer a las personas que morían de hambre en las calles de Sevilla. Sin lugar a duda una historia para contar y un ejemplo para muchas personas que nos dice, que no hay que tener demasiado para poder dárselo a los más necesitados.