La historia de San Roque - El protector de todas las epidemias

La historia de San Roque, es considerada una leyenda; por no existir casi nada de información acerca de este emblemático personaje; pero a pesar, de que su vida sea un misterio. Es importantes para muchos, por ser el patrono contra las epidemias y el cólera. También es el protector de los encarcelados, los hospitales, médicos, cirujanos, entre otros. Considerado el santo patrono, de Montpellier, Palma, Sevilla y entre otros pueblos españoles y americanos.
La historia de San Roque, protector de epidemias
Existen diferentes versiones de su vida, que lo convierten en un misterio; pero muchos, reconocen que su existencia fue verdadera; según los datos que hay acerca de él. Nació en Montpellier en el año 1350, siendo miembro de una familia noble. Desde que nació este santo, era portador de un interesante lunar y forma de cruz; que por costumbres, de los tiempos antiguos fue considerada una señal divina. Desde muy joven, Roque queda huérfano; y tiempo después, decide convertirse en peregrino para atender a los necesitados.
Decide formar parte de la Tercera Orden Franciscana. San Roque, donó todo su dinero a los pobres y enfermos; y dejó a su tío a cargo, de administrar sus bienes en beneficio de estos. Luego su fe, lo lleva a Roma; haciendo parada en cada sitio, que podía atender a enfermos e inválidos; ayudándolos a sanar con el lunar en forma de cruz que tenía.
Se mantuvo en Roma, unos tres años antes de decidir volver Montpellier; cuando regresa su casa, hace una parada de corto tiempo en Piacenza; para cuidar a los enfermos; pero fue víctima de su profesión, contrayendo la peste.
Luego fue expulsado a causa de su enfermedad, y dirigiéndose al bosque donde construyó un refugio; y permaneció allí hasta que un perro, que habitaba en la casa de un noble; encontró el refugio de Roque. Desde allí el animal empezó a llevarle cada día un trozo de pan. El dueño motivado por la intriga, de saber a dónde se dirigía el perro; lo siguió hasta encontrar a roque, curándolo.
Cuando este logra, recuperarse de su enfermedad; decidió regresar definitivamente a Montpellier. Pero aquella ciudad, no volvió a ser un hogar; pues por ser huérfano, y tener que marcharse a causa de su enfermedad durante tanto tiempo; este regreso con la ropa perjudicada, entonces nadie lo reconoció; sino que lo acusaron de vagabundo. Siendo, condenado a prisión sin tener ningún juicio; el salvador de los contagiados moriría tiempo después encarcelado.
En 1485 las reliquias fueron transportadas, desde Montpellier a Venecia; suceso que impulso, el culto hacia este santo por toda Europa. Las primeras representaciones del santo, se encuentran en Núremberg y Bingen; igualmente los primeros traslados de otras reliquias fueron hacia Amberes. Así que fueron los países Bajos los responsables de afirmar más la devoción.
A este santo habitualmente, se le reconoce por vestir de peregrino; y tener normalmente, en cierta parte de la pierna; un bubón de peste abierto, que hace representación de su contagio. Siempre le suele acompañar el perro que le alimento, acurrucado a él.
Muchos al reconocer su santidad, empezaron a invocarlo para luchar contra la peste; las plagas y enfermedades contagiosas que son habituales. En el año 1630, tiempo en que la peste ataca nuevamente; su devoción tuvo un considerable aumento, alcanzándose a construir un oratorio consagrado a san Roque.
Su protección contra las pestes, llega al mundo vegetal ya que este santo también salva a los viñedos de la peste; así también, adoptando la protección de los sepultaros; por haberse dedicado a dar sepultura a los contagiado de la peste. Su conmemoración se lleva a cabo el 16 de Agosto, pero también hace aparición el 13 o 18 del mismo mes.
La historia del santo que luchó contra la peste
La dedicación de San Roque por atender los enfermos; entregando todo lo que poseía, sin importarle que su vida estuviese marcada por la tragedia de sus padre e incluso el desprecio, de la gente que el mismo ayudo. Este santo se entregó con pasión, en beneficio de los necesitados; haciendo que se convierta, en un personaje ejemplar; aclamado por muchos devotos que creen en sus milagros.
Espero que te haya gustado La historia el san Roque el protector de todas las epidemias.