¿Qué es la oración Adventista? ¿Cómo se hace? ¿Por qué hacerla?

Bueno comencemos antes por aclararles que los adventistas son cristianos como todos las demás personas que creen en Jesús. Solo que ellos se han dividido de los llamados cristianos o evangélicos y de la religión católica. Pero veamos ¿Qué es la oración Adventista? ¿Cómo se hace? ¿Por qué hacerla?
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El caso es que los adventistas tienen algunos conceptos de los escritos de la Biblia. Los cuales se diferencian un poco del resto de los también creyentes en la Santa Biblia. Por ejemplo los adventistas no prueban una gota de licor por considerarlo pecaminoso. Mientras que otras corrientes también religiosas, solo condenan la borrachera, más no el vino.
Conoce cómo puedes realizar la oración Adventista
Para realizar una oración adventista debes colocarle todo tu empeño, además de mucha fe y confianza que lo que estás solicitando. Por eso conoce ¿Qué es la oración Adventista? ¿Cómo se hace? ¿Por qué hacerla?
Oh Señor misericordioso,
adorado Padre celestial,
hoy me dirijo a ti para pedirte
que pongas tu atención
en este siervo.
Que te pide humildemente
consideres como a uno
de tus hijos más fieles.
Yo, como Adventista de los
Últimos Días, quiero en primer lugar
expresarte mi infinito agradecimiento
por todos tus cuidados y los favores
que constantemente me regalas.
Oh Padre mío
quiero pedirte perdón
por todas mis faltas y omisiones
y que no me mires
con ojos de abandono o de ira.
Por favor dispénsame Señor
tu infinito perdón y
no me dejes a la deriva,
sin tu perdón y tu misericordia divina.
Padre Celestial también
es propicia la oración para suplicarte
que me ayudes a solucionar
todas las adversidades
que me asechan en estos momentos.
Y para que brindes
tu misericordioso brazo
para tener yo un verdadero.
Punto de apoyo para seguir luchando
y venciendo en este valle de lágrimas
y de dolores que me ha tocado vivir.
Amén.
Padre amoroso y misericordioso,
Dios de los ejércitos, amoroso Padre
Jehová, a ti me dirijo en este día
de mi vida como lo he hecho
desde que te conozco mi Señor.
Quiero darte gracias ante todo
porque sé mi Dios y salvador
que sin tu divina Providencia,
yo no soy nada ni nadie.
Además quiero que sepas
por mis propios labios que soy
un hijo agradeció.
Y por tanto estas mis primeras palabras
de hoy en esta oración humilde y sincera,
han de ser de reconocimiento.
Y también dádivas de gracias
por entender y saberme
que soy tu hijo y que mi nombre
aparece escrito en tu libro de vida.
Quiero además mi amado Padre
Celestial, aprovechar esta oportunidad
para pedirte que perdones mis faltas.
Y que no tomes en cuentas
las veces que sin querer
te he ofendido.
Porque tal vez
con un pensamiento
hacia alguno de mis hermanos
aquí en la Tierra o tal vez
por una omisión de hechos
que debí ejecutar.
Pero la pereza y el desdén
pudieron más que mi amor
por ti Padre Eterno.
Para finalizar, Padre Celestial
te ruego encarecidamente que me
ayudes a timonear esta vasca
que es mi hogar, ayúdame
a ser buen conductor.
Buen rectos, buen administrador,
buen consejero.
Y que no sobresalga
en condición de cabeza de hogar,
ni un atisbo de rigor excesivo.
Antes bien adorado Padre Celestial,
ayúdame a resolver cada contrariedad
que se presente en vida.
Muy especialmente la causa
que en este momento te expreso
con tanta premura Padre Adorado.
(Se menciona ese favor especial
para el día de hoy)
Deseo Padre, que dispenses
especial atención en tu siervo,
que hoy como siempre,
estoy dispuesto a acatar
cada uno de tus mandatos
y sumirme en el más triste dolor.
Si llegara a faltarme tu divina
protección Padre adorado,
y nunca jamás alabado en demasía.
Espero siempre de ti tu protección
y tu ayuda para siempre jamás.
Amén.
¿Por qué debemos orar?
Las razones por las cuales debemos orar, están en la Biblia, las personas deben orar simple y llanamente porque cuando existe una relación con alguien. Es porque hay comunicación. Si nos consideramos hijos de Dios, que de hecho lo somos, es necesario que nos comuniquemos perennemente para sostener esa relación.
Como cristianos que somos, debemos participarle a Nuestro Señor, todos nuestros planes. Manifestarle nuestras angustias y nuestras dudas, y encomendarnos a Él para que nos proteja de todas las amenazas del intruso.